Las yemas son pequeños brotes recubiertos por estructuras protectoras, donde en los meses de marzo y abril comenzaran a desarrollarse y crecer los pámpanos (tallos verdes y tiernos) , con las hojas y los racimos muy pequeños (inflorescencias). Asegurando el desarrollo vegetativo de la planta y la emisión de nuevos tallos con cosecha al siguiente año de su formación.
Las yemas aparecen en los pámpanos según van creciendo, y se sitúan sobre la inserción de la hoja. En cada nudo hay dos yemas de distinto tamaño. La «mayor«, se denomina «yema franca» o «yema latente«, y brota al año siguiente de su formación, generando un pámpano. Estas yemas latentes formadas el año anterior, son las que más nos interesan, ya que son las que traen la cosecha.
La segunda, llamada «yema pronta«, puede brotar el mismo año en el que aparece, dando lugar a un nieto. También podemos encontrar «yemas de madera vieja«, que son «yemas latentes» que han quedado inmersas o incrustadas en la madera cuando el sarmiento ha engrosado, y permanecen sin actividad durante años. Si brotan, dan lugar a los «chupones«.
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